Proyectos

WW1 
EL ROSTRO DE LA BARBARIE






La pintura y la obra gráfica,  relatos que se pierden en las hojas ensangrentadas de la historia, Verdum, Ypress, la Kindermord; millones de muertos, mutilados de por vida, desplazados y estigmatizados por el horror de su tiempo. Un tiempo que hizo de la guerra el instrumento perfecto para que los grandes capitales invirtieran en el negocio de la muerte y sus derivados, la consolidación del capitalismo mas caníbal.     
la Primera Guerra Mundial.










Documentándose uno sobre la Primera Guerra mundial que este año ¨celebra ¨ su centenario, uno no lee las grandes declaraciones, ni tira de la hemeroteca de los periódicos de la época ni mucho menos desempolva esos libros que le acompañaron en su formación académica. No porque ahí solo habita la historia masticada de los que escriben con sangre ajena sus victorias.
Así que uno escarba y encuentra entre las cartas de los soldados, enfermeras y demás personas que sufrieron la guerra en primera persona palabras que describen el horror de la ignominia humana, te arrastran de pronto a un barro de carne blanda y mugre, sientes como se te descompone el estómago y el libro que sostienes cae de tus manos como una hoja seca.






































NOSOTROS LOS PUEBLOS

(Homenaje a Osvaldo Guayasamin)





              
¨¨He pintado como si gritara desesperadamente,
 y mi grito se ha sumado a todos los gritos que expresan la humillación, 
la angustia del tiempo que nos ha tocado vivir.

Con la esperanza de llegar un día a construir 
un mundo en el que las culturas trabajadas por los pueblos 
-como el alfarero hace su cántaro-, 
sean cuidadas como el campesino cuida con amor la tierra y su semilla¨¨.
                                                                                         
Osvaldo Guayasamin